El sábado por la tarde me disponía a ir al parque en mi pequeña ciudad francesa tan tranquilamente con mis dos hijos pequeños cuando la revolución nos salió al paso. Se trata de una revolución especial: pacífica, amable, familiar, festiva y militante que está llegando sobre dos ruedas. Se la conoce como velorution, un juego de palabras en francés con la palabra “revolución” y “bicicleta” (vélo, en francés).