En el restaurante Las Rejas algunos pescados se fríen enteros, en especial grandes gallinetas (Helicolenus dactylopterus), evisceradas y escamadas y con la cabeza intacta. Piezas entre 1 ½ y 2 ½ kilogramos que se doran lentamente no menos de 20 minutos en un recipiente hondo, ovalado, repleto hasta la mitad de aceite Oleomar, un virgen jienense. Aunque no es el único lugar de las costas andaluzas donde se practica esta fritura, ahora de moda, es muy probable que fuese Elisa Lumbreras, de 85 años, la pionera en ponerla en práctica hace más de tres décadas.