Hasta hace bien poco, los animales exóticos han sido una atracción servida en jaulas para el entretenimiento, como hace dos siglos. Hoy, el progresivo exterminio de la biodiversidad ha convertido a aquellas fieras en auténticas rarezas que reclaman protección: si en 1980 se contabilizaron 10.000 especies extinguidas, en 2015 se calcula que rondaban las 60.000. Las normativas están reaccionando, y la Ley de Zoológicos española incorporó en 2003 una directiva europea para “asegurar la protección de la fauna silvestre existente en los parques zoológicos y la contribución de estos a la conservación de la biodiversidad”.