En apenas dos años, de 2018 a 2020, El Salvador consiguió reducir cerca de un 60% los homicidios. El despliegue de más de 5.000 soldados ha atenuado la violencia de las pandillas, una de las principales causas de los 20 asesinatos diarios que se llegaron a registrar en el país. Pero el Gobierno de El Salvador sabe que con eso no basta. El principal objetivo ahora es evitar que los jóvenes entren en un mundo que sistemáticamente les conduce a la delincuencia. Para ello, una de las salidas que ha encontrado es aliarse con la FUNDACIÓN LaLiga. Esta entidad, en colaboración con autoridades locales, ha creado a través del proyecto LaLiga, Valores y Oportunidad un equipo de casi 300 formadores que tienen la misión de alejar de la violencia a cerca de 26.000 niños a través de la pasión por el fútbol. Es la otra fuerza para frenar el gran problema de un territorio, la cuarta economía de Centroamérica, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde viven seis millones y medio de personas.