Gari Kaspárov se retiró de la alta competición cuando todavía era el número uno, en marzo de 2005, ganando por novena vez el Torneo Ciudad de Linares, el Wimbledon del ajedrez, empatado a puntos con Véselin Topálov. Este le venció en la última ronda, cuando la mente del ruso estaba más centrada en lo que iba a decir durante su última conferencia de prensa como jugador profesional. Y lo que dijo fue, en síntesis, que ya no tenía, a punto de cumplir 42 años, alicientes para seguir luchando. Y que le atraía más otra pelea, la política contra el líder Vladímir Putin, que unos años después le llevaría a emigrar a Nueva York porque sentía que su vida estaba en peligro.