A Manuel Marín, que desde hace poco más de un año ejerce de cocinero en el club El Campanario Golf, próximo a Guadalmina (Málaga), se le puede localizar cada mañana en el mercado de Marbella. Recorre los puestos, selecciona calidades y discute precios con los proveedores tras el rastro de productos que nunca reseña en su escueta y poco estimulante carta. Repertorio cambiante que obliga a los comensales a preguntar por la pesca del día.