“Echo de menos el pan pan”. Quien conozca a Pepe Barahona sabe de su pasión por este manjar. El periodista machaca eso del “pan pan” para resaltar la excelencia de uno de los productos señeros de su tierra: Lebrija. Este municipio de Sevilla de unos 28.000 habitantes ha iniciado los trámites para obtener una indicación geográfica protegida (IGP) que reconozca la telera, su patrimonio panadero. Y lo ponga a la altura del pa de pagès catalán, el pan de Cea (Ourense), el pan de Alfacar (Granada) y el de Cruz (Ciudad Real). “Cuando un lebrijano lleva pan fuera, se valora porque es reconocidísimo”, dice el delegado de Cultura, Patrimonio y Turismo de Lebrija, José Martínez.