Durante años, Marteyne van Well controló al detalle la vida de Antonio Banderas: su siguiente rodaje, el vestuario para un nuevo anuncio, el momento de la sonrisa en una alfombra roja. “Su relación con Melanie Griffith fue lo más complicado de gestionar”, recuerda la holandesa de su etapa como asistente personal del actor. Alejada de Hollywood, hoy dirige en una isla privada de Maldivas un resort de lujo del que también controla hasta el último movimiento. No es exagerado decirlo: con una aplicación vigila a diario si los pescadores que abastecen los restaurantes del hotel capturan especies protegidas. Si se pasan de listos, les incluye en una lista negra. Si respetan su acuerdo de pesca sostenible, compra su captura al precio más alto del mercado. El hotel contribuye así a la sostenibilidad de un país que en 2022 cumple medio siglo de la apertura de su primer resort. Para celebrarlo, desde el 1 de enero, el Gobierno facilita la apertura de nuevas casas de huéspedes (ahora hay 695) para los viajeros con menor presupuesto que no pueden permitirse complejo de lujo en el país con mayor concentración de alojamientos de este tipo en el mundo.