La luz de la interna revela fotografías en sepia de niños sonrientes. Probablemente, hace décadas estos infantes de pelo cazo vivieron en la ‘masía del falangista’, una mansión abandonada llena de polvo en la que años después consigue colarse un conocido youtuber que explora el lugar. “Es uno de los lugares más top para visitar en España”, le dice a la cámara. El salón tiene un piano que aún suena, un espejo, varias sillas antiguas y una mesa circular de madera noble. Los dormitorios conservan toda clase de chismes, objetos del día a día de sus últimos moradores: botones, lentes, cuadernillos para niños, zapatos, ropa, agendas con apuntes o revistas antiguas. El explorador lo graba todo y comenta. Cuando termina la visita, deja el lugar y comparte su descubrimiento en Internet.