La perfección estética no es lo que era. Ha roto con casi todas las normas y corsés y ha abrazado la diferencia. En las caras de los modelos protagonistas de estas imágenes se refleja la revolución que ha traído el siglo XXI.
La perfección estética no es lo que era. Ha roto con casi todas las normas y corsés y ha abrazado la diferencia. En las caras de los modelos protagonistas de estas imágenes se refleja la revolución que ha traído el siglo XXI.