Los cuerpos de civiles que jalonaban las calles de Bucha este fin de semana; los cadáveres dispuestos en hileras, uno ante cada casa o las víctimas halladas en sótanos, descansillos y patios, dan fe del horror que las tropas rusas dejaron tras de sí después de replegarse de esta localidad a las puertas de Kiev. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, calcula en más de 300 las personas “torturadas, maniatadas, tiroteadas en la nuca” por los rusos. Las imágenes de los primeros periodistas que entraron en Bucha, incluido el enviado especial de este diario, Luis de Vega, componen el siguiente relato visual de la barbarie.