El 25 de diciembre de 1991, la bandera roja con la hoz y el martillo era retirada de la fachada del Kremlin en Moscú. La Unión Soviética había dejado de existir. Quince países arrancaban entonces su independencia, entre ellos, Letonia, Lituania y Estonia. El trío báltico recuperó la soberanía, pero el pasado soviético sigue visible hasta hoy.