Los parques zoológicos juegan un importante papel en la conservación y protección de la fauna silvestre. Nada tienen que ver con esos recintos de antaño, cuyo objetivo era mostrar una colección de animales (cuanto más exóticos y alejados de su hábitat, mejor) para la mirada boquiabierta de niños y adultos. Los zoos del siglo XXI son centros dedicados a preservar las especies, sobre todo aquellas en peligro de extinción. Están alineados con la Estrategia para la Biodiversidad 2030 de la Unión Europea. Participan en proyectos de investigación, formación y conservación de las especies; educan y conciencian al público de la importancia de preservar la diversidad biológica; y adoptan todo tipo de medidas garantes del bienestar animal.