Alfonso XI le regaló la ciudad a María de Portugal al casarse en septiembre de 1328 y, desde entonces, Talavera se apellida de la Reina. Es una población grande (unos 84.000 habitantes), la segunda mayor de Toledo después de la capital. Grande y alargada como el río Tajo que la baña. Pero es llanísima, ideal para andar y ver cosas sin cansarse. Mires donde mires (en las iglesias, en las paredes, en los bancos públicos, en los restaurantes…) hay azulejos. Esta es la ciudad de la cerámica.