Más de 15.000 familias mexicanas subsisten gracias a este cefalópodo. Los pescadores de Sisal mantienen el oficio que heredaron de sus padres, mientras el cambio climático y la pesca ilegal ponen en riesgo la especie. Con el objetivo de preservarla, el biólogo Carlos Rosas ha creado la primera granja. Faenamos con ellos y visitamos sus instalaciones