De Reino Unido a Eslovaquia y de Francia a Croacia, pasando por España, el fotógrafo Carlos Traspaderne lleva siete años rastreando Europa en busca de la esencia del brutalismo, ese movimiento arquitectónico que nació en los años cincuenta, cayó en el olvido y ahora se redescubre bajo un nuevo prisma. Un libro reúne tres centenares de las instantáneas que ha captado su cámara Hasselblad.