Estados Unidos tiene un nuevo enemigo: el cigarrillo electrónico. Seis muertes probablemente relacionadas con el uso de estos dispositivos han disparado la alarma hasta el punto de que el presidente Donald Trump ha anunciado su posible prohibición. Tal medida sería tan desmesurada como prohibir la carne mechada por el brote de listeriosis de este verano, que causó en España tres muertes y siete abortos.