La Comisión Europea podrá tumbar los marcos fiscales que considere que favorecen a las grandes multinacionales, pero deberá hilar fino y probar la existencia esos esquemas abusivos. El Tribunal General de la UE ha dado este martes una de cal y una de arena a la comisaria Margrethe Vestager al avalar su decisión de obligar a Fiat a devolver 20 millones de euros a Luxemburgo en concepto de ayudas de Estado pero ha anulado la que imponía el retorno de 30 millones a los Países Bajos por parte de Starbucks. La diferencia: en una pudo demostrar que existían y en otra no.