Boris Johnson ya ha regresado al Reino Unido y se muestra dispuesto a que le “devoren el hígado”. El golpe propinado al primer ministro británico por el Tribunal Supremo, que declaró ilegal este martes la suspensión del Parlamento, ha obligado a Downing Street a alterar la agenda gubernamental y a acelerar el regreso de Johnson desde Nueva York, donde participaba en la Asamblea General de Naciones Unidas. “Prometeo fue encadenado por orden de Zeus en lo alto de una montaña. Cada noche, un águila devoraba su hígado. Cuando volvía a crecer, se repetía el sufrimiento. Algo así como el Brexit”, bromeó el político británico en su intervención en la ONU.