Despachaba ante los medios Gerard Piqué, nada más finalizar el partido contra el Villarreal, cuando recordé una famosa escena de Juego de Tronos. Tyrion Lannister, de visita en el Muro, confiesa a Benje Stark su admiración por la Guardia de la Noche, incluso el respeto que le profesa como capitán de la misma. Todos intuimos que hay un pero, también el veterano militar que interrumpe el discurso de su interlocutor con la siguiente sentencia: “mi hermano me dijo una vez que nada de lo que se dice antes de la palabra ‘pero’ cuenta realmente”. Lo que Piqué hizo este martes fue demostrar lo contrario, enseñarnos que, en ocasiones, lo que no cuenta realmente es todo lo que se dice después.