Este libro es un puñetazo. Pero no un puñetazo encima de la mesa, un puñetazo en la mitad de las conciencias. Un ya está bien que, probablemente, será desoído. Desde el punto de vista de la ciencia no se puede llegar más lejos. Sabemos las causas y las consecuencias, y conocemos las incertidumbres, pero están en el lado de las decisiones políticas. Porque que el cambio climático es una amenaza real está fuera de toda duda; es una crisis mundial en la que “no hace falta considerar los escenarios más pesimistas para alarmarse”. Este no es un libro sobre el cambio climático, sino sobre sus consecuencias.