Sueñan con ver el mar, por primera vez en sus vidas. Sus laboratorios y oficinas se encuentran en el corazón del los campos de refugiados ubicados en las ciudades de Ramallah y Nablus. Trabajan como diseñadoras de moda, fotógrafas y coordinadoras contra la violencia de género para construir sus carreras laborales y enfrentar la falta de oportunidades. Una mujer de cada dos está desempleada en los Territorios Palestinos, según la Organización Internacional del Trabajo (ILO).