Aunque la serie (y, ahora, la película) Downton Abbey muestre una mansión casi de ensueño, el Reino Unido está poblado de preciosas casas victorianas con inmensos terrenos que en nada envidiarían al castillo de Highclere, que es como se llama realmente la cinematográfica finca. Sin embargo, no todas están en el mismo, perfecto estado de conservación que esa, como ha sacado a la luz ahora una organización británica, que denuncia como muchos ricos terratenientes se han hecho con este tipo de carísimas fincas pero las han abandonado a su suerte.