Durante años el francés Jean Dubuffet (1901-1985) no tuvo buena prensa. Se le acusó de ganar dinero vendiendo vino a los nazis (aunque también lo repartía gratuitamente entre los parisienses), se le despreció por no saber pintar y por hacer un arte degenerado y, aunque finalmente fue reconocido por el canon artístico que él mismo combatió, nunca resultó cómodo.