A última hora del domingo, en lo que supone un cambio radical en su política, la Casa Blanca anunciaba que Turquía se disponía a lanzar una ofensiva militar en el norte de Siria y que las tropas estadounidenses se mantendrían al margen. El presidente de EE UU, Donald Trump, defendió este lunes su decisión basándose en que había llegado la hora de salir de “ridículas guerras sin fin”. Trump remarcó, además, que Washington solo librará batallas que le reporten algún beneficio.