El éxodo de unos 700.000 rohingyas desde Myanmar hacia Bangladés, que huyeron de la violencia hace ahora dos años, llega este martes al Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ). El caso lo ha presentado el Gobierno de Gambia contra la antigua Birmania, por haber violado la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio, “durante las ‘operaciones de limpieza’ ejecutadas en 2016 y 2017 contra esta comunidad”. Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991 y consejera de Estado de Myanmar, defenderá la actuación de su país. Un informe de la propia ONU acumuló en 2018 “suficiente información para sustentar el cargo de genocidio atribuible a las Fuerzas Armadas birmanas”, y Gambia pide la imposición de medidas cautelares para proteger los derechos de los rohingyas.