Siempre fue una bestia de la naturaleza. “Yo he visto a un defensa colgarse de su espalda y ser arrastrado bastantes metros sobre su chepa sin poder pararlo. ¡Y tenía 16 años!”, relata Nicolás Frutos sobre su excompañero del Anderlecht, Romelu Lukaku (Amberes, Bélgica; 26 años). Condición física que ha desarrollado con el paso de los años, ahora punto y final del juego colectivo del Inter junto a Lautaro Martínez, rival esta noche del Barça en un partido en el que el Inter se juega el pase a octavos. Pero ganarse un nombre y convertirse en el máximo goleador de la selección de Bélgica -52 tantos en 84 partidos, seguido por Hazard (32) y los exjugadores Voorhoof y Van Himst (30)- no le resultó fácil. “Cuando un comentarista dijo que Lukaku valía 30 millones, Romelu se tiró al suelo de la risa”, explicaba tras sus primeros pasos su padre, Roger, congoleño y exfutbolista profesional en la Segunda belga. Ahora, sin embargo, nadie duda de que valga oro, pues Lukaku ha generado 203,5 millones en los diferentes traspasos que ha completado.