El gazpacho es una bebida española de toda la vida y los italianos no podrían imaginar su cocina sin los aderezos de tomate. Sin embargo, su llegada a Europa es relativamente reciente y su uso como alimento lo es aún más. Hernán Cortés conquistó Tenochtitlan en 1521 y es probable que fuese algún miembro de esa expedición quien introdujese en España los tomates amarillos que consumían los aztecas. La primera descripción de la planta que se conoce es de Pietro Mattioli, un naturalista italiano, que la escribió en 1544, pero su uso en la cocina de su país no llegó hasta siglo y medio después. El parecido del tomate con otras plantas venenosas con las que comparte familia, como la mandrágora o la belladona, hizo que durante mucho tiempo solo fuese utilizado como ornamento. En 2020, es el segundo vegetal más importante del mundo después de la patata.