La legislatura catalana está abocada al final desde hace meses por los continuos desencuentros entre las formaciones independentistas, pero este lunes entró en un camino sin retorno. Quim Torra (Junts per Catalunya) se negó a acatar la decisión del Tribunal Supremo y de la Junta Electoral Central y no renunció a su acta de diputado. Al tiempo, reclamó al presidente del Parlament, Roger Torrent (Esquerra), que desobedeciera a ambos organismos. Torrent este se negó y le advirtió de que no computaría su voto si apretaba el botón. Al final, el president arrastró a su grupo a no participar en las votaciones.