Siguen agricultores y ganaderos en su lucha bajo los lemas “precios justos para un campo vivo” o “¡sin campo no hay vida!”. Si no existiese la agricultura ni la ganadería nuestras vidas dejarían de existir. Estas personas piden precios justos para que los costes no superen los ingresos, y nosotros tenemos que ayudarles. El campo es fundamental, es una necesidad básica, y no le estamos dando la importancia que tiene. Con esto quiero dar gracias a agricultores y ganaderos y animarles en su propuesta. Gracias y ánimo.