El rechazo a lo que Donald Trump califica de “plan de paz para Oriente Próximo” expresado por medio centenar de personalidades europeas refleja, por un lado, lo insustancial de la propuesta, lanzada con ánimo electoralista por el presidente de EE UU y el primer ministro de Israel; y por otro, escenifica la ruptura del consenso internacional respecto a una posible solución justa para el conflicto entre israelíes y palestinos.