Desde hoy, los conductores de camiones que manipulen el tacógrafo se enfrentan a penas que pueden superar los tres años de cárcel. El fiscal coordinador de Tráfico de España, Bartolomé Vargas, enviará esta mañana una instrucción a todas las jefaturas de tráfico de la Guardia Civil y a las distintas policías autonómicas para que intensifiquen los controles e investiguen a los camioneros (y, en su caso, también a sus empresas) que adulteren el tacógrafo. Esta práctica, que se ha extendido en los últimos años, ha dejado de ser una infracción administrativa (500 euros y pérdida de seis puntos del carné de conducir) para convertirse en un delito de falsedad.