En 1971 el director Norman Jewison, que acaba de estrenar la exitosa Jesucristo Superstar, se hizo con los derechos de la novela de Mordecai Richler The Incomparable Atuk (El incomparable Atuk). La historia era bastante sencilla: un inuit (nombre que se da a los habitantes de las regiones árticas de América del Norte) viajaba a Toronto y dejaba al descubierto las miserias de la vida y las costumbres de las élites canadienses, un argumento similar al de novelas como La tesis de Nancy de Ramón J. Sender o Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza.