Una coalición de conservadores y ultraconservadores domina el nuevo Parlamento de Irán, elegido el mes pasado. De los 290 escaños, han logrado 221 frente a los 19 de los reformistas y centristas (que en el anterior tenían 121 diputados); el resto son independientes, menos 11 que van a una segunda vuelta el 17 de abril. Por un lado, el resultado es fruto del desencanto de los iraníes con el régimen islámico. Por otro, abre el camino hacia la elección de un presidente conservador en los comicios del próximo año y, llegado el momento, también a la designación de un líder supremo aún más duro.