“Pedro, ¿tú sabes qué es una nación?” Quien así habla es Patxi López y estamos en el debate de las primarias del PSOE. Un observador externo quizá pensaría que quien fuera el único lehendakari no nacionalista hasta la fecha se dispone a hacer una defensa de la nacionalidad vasca frente a su oponente, el presidente Pedro Sánchez, pero nada más lejos de la realidad. El objetivo es otro y López da en la diana: Sánchez balbucea una respuesta sobre sentimientos colectivos antes de que el exlehendakari afirme que los socialistas jamás reconocerán una nación jurídica que no sea la española. Es un momento melancólico, un verdadero fin de ciclo avant la lettre, pues el debate, seguido de la rotunda derrota de López, fue el último baile de una narrativa socioliberal que desacralizaba las identidades colectivas y que muchos creímos que era una apuesta política firme, ética y, sobre todo, permanente.