Cada día, en alguna parte del mundo, alguien tiene una buena idea, una de esas que pueden ayudar a otras personas, mejorando sus condiciones de vida incluso si se trata de pequeños gestos. Que esas iniciativas se conviertan en realidades tangibles es algo que, a veces, depende de muchas cosas: de la pasión y el empuje de sus impulsores, de encontrar los contextos y canales adecuados para llevarlas a cabo y de que haya alguien que crea en ellas y quiera apoyarlas.