Cuando saltó la polémica de la famosa paella de chorizo del chef inglés Jamie Oliver, los puristas de ese plato levantino aprovecharon para recordar que el guisante viene a ser poco menos que una aberración culinaria si se echa en la paella. A otros, en cambio, les encanta ese pequeño toque de color dicharachero entre tanto arroz amarillo. Y, dicho sea de paso, tampoco es que al guisante le haga falta polémica para tener un lugar por derecho propio en una dieta saludable.