En la foto, Tamara de Lempicka lo observa con la mirada de las mil yardas. Sus brazos cruzados confirman la poca atención que está prestándole. Salvador Dalí parece explicarle algo de suma importancia mientras ella esboza una leve mueca irónica. En cuanto hagan la foto va a salir corriendo: los dos artistas han dejado hueco suficiente para que la protagonista de la “conversación” sea el cuadro favorito de la pintora, titulado Madre superiora (1935-1939). Están en la galería de Julien Levy, en Nueva York, el 18 de abril de 1941, en la inauguración de una exposición con obra de ella. La relación entre ambos migrantes a EEUU fue intensa durante los años en los que ambos vivieron en Hollywood, donde Dalí trabajaría para películas de Alfred Hitchcock, Walt Disney y Vincente Minnelli, convencido de la emergencia del cine surrealista en las salas de cine comercial, tras haber rodado con Luis Buñuel, en España, Un perro andaluz (1929) y La edad de oro (1930).