Los cerca de cuatro millones de trabajadores afectados por un ERTE por la Covid-19 podrían llevarse un susto el próximo año cuando hagan la declaración de la renta. El motivo es que, a efectos fiscales, tendrán dos pagadores en la campaña del IRPF 2020, con las consecuencias prácticas que esto suele tener. El primer problema es que, seguramente, van a tener que presentar la declaración, aun cuando sus ingresos no superen el límite legal; el segundo es que probablemente, le salga a pagar. Los expertos alertan sobre esta cuestión, que ha podido pasar desapercibida para muchos trabajadores que se han visto abocados a en un ERTE.