El Tribunal Supremo ha absuelto de un delito de lesiones a un enfermo de VIH que contagió a su pareja al entender que ella era conocedora de su estado. Aunque no consta que el hombre comunicara en ningún momento que era portador, el tribunal considera que hay pruebas que demuestran que la denunciante estaba al corriente de la situación, por lo que al haber aceptado mantener con él relaciones sexuales sin protección, la transmisión de la enfermedad “no puede ser merecedora de reproche penal”.