La pandemia de la covid-19 nos ha arrojado a un escenario sin precedentes en el que, tras semanas de gestión y toma de medidas, si podemos destacar una característica generalizada es la de la incertidumbre. Y en todos los aspectos: familiar, económico, político y de valores. Este escenario nos sitúa en una posición frágil que requerirá de los máximos esfuerzos personales, administrativos y corporativos.