La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha declarado que en una Cataluña independiente se habrían producido menos contagios y menos fallecidos porque, en su opinión, la Generalitat habría actuado antes de lo que lo hizo el Ejecutivo central. En esta misma línea se ha pronunciado el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, al asegurar que “España es paro y muerte”, mientras que Cataluña, “vida y futuro”. La coincidencia de ambas declaraciones revela que la propaganda independentista dispone de una nueva consigna para perseverar en la estrategia de siempre: contraponer una realidad, sobre la que sus líderes proyectan más sombras que las que tiene, a una fantasía, que pintan con los más risueños colores.