Desde que se decretó el estado de alarma, los pequeños han tenido que quedarse en casa. El 10 de marzo fue el último día que fueron al colegio y, aunque los paseos recientemente autorizados por el Gobierno han aliviado algo la espera, aún no saben cuándo van a poder volver a jugar con sus amigos. Los días de confinamiento han sido un desafío para todos, pero más para los pequeños, que se asoman a la ventana añorando los tiempos de jugar en el parque. Muchos han decidido refugiarse en la pintura, un arte en donde han podido dar rienda suelta a su imaginación a través de papeles, sábanas e, incluso, algún que otro lienzo, con los que han decorado los balcones de Madrid. Ahora, todo está creatividad artística saltará a los autobuses de la capital.