Los hermanos Hernandez eran cinco. Cuatro chicos y una chica. Crecieron en una casa en la que había más cómics que cualquiera cosa. La madre de los chicos y la chica, no hacía más que leerlos. Los cómics estaban por todas partes. “No podías plantearte ser otra cosa que dibujante en una casa así”, ha dicho en más de una ocasión el más pequeño de los hermanos, Jaime Hernandez (Oxnard, California, 61 años), el tipo que lleva casi cuatro décadas ampliando el universo que creó con dos de sus hermanos un día cualquiera de 1981. El día en que decidieron, juntos, que nadie iba a decirles nunca cómo y qué debían dibujar. El día en que nació Love & Rockets. “El punk nos ayudó, claro que nos ayudó. Nos ayudó a que nos diese igual todo. No íbamos a esperar a que a nadie le gustase lo que hacíamos, íbamos a hacerlo sin más”, recuerda.