Todos hemos sentido la rabia que da no recordar dónde hemos dejado las llaves de casa, olvidarse del nombre de un actor famoso o plantarse en el supermercado sin saber qué hemos ido a comprar. Son fallos normales de la memoria, que tienen que ver más con el estrés o el cansancio que con la capacidad de retener la información. Sin embargo, hay algo que sí resiente las habilidades mentales y para el que hay poco remedio: el tiempo. Y que hay poco remedio significa que hay cosas que sí se pueden hacer: ponerse unas deportivas y moverse no solo sirve para fortalecer los músculos, el ejercicio es un aliado de primera para conservar la memoria a medida que envejecemos, según un buen número de estudios científicos que acaban de ser confirmados.