Moverse en bici no solo es más sostenible para la ciudad y para el medio ambiente, sino que además es más saludable. Quienes se desplazan al trabajo en bici o caminando y, en menor medida, aquellos que lo hacen en transporte público, tienen menor riesgo de muerte prematura y de padecer varias enfermedades que quienes utilizan el coche. Así lo demuestra un estudio que analiza la salud de 300.000 personas del Reino Unido (en Inglaterra y Gales) durante 25 años.