En 2017, Khadija Saye ( 1992-2017, Londres) figuraba como la artista más joven del Pabellón de la Diáspora. Con motivo de la 57 edición de la Bienal de Venecia, la exposición reunía la obra de 19 artistas emergentes de diversas procedencias étnicas, residentes en Reino Unido, para tratar de las infinitas complejidades que se encuentran detrás de la idea de la nacionalidad. La muestra fue calificada como “la mayor fuente de energía de toda la Bienal” por la directora de la Tate, Maria Balshaw. Saye presentaba una serie de seis autorretratos que bajo el título Dwelling: in this space we breathe (Morada: en este espacio respiramos) exploran “la migración de las prácticas espirituales tradicionales de Gambia”, según las propias palabras de la artista. “Ha sido un verdadero viaje, pero mamá, soy una artista que exhibe en Venecia y las bendiciones son abundantes”, escribía la joven en su cuenta de Twitter el 10 de mayo de ese mismo año.