¡Abracadabra, pata de cabra!, hay un tipo de magia que convierte hasta al más escéptico en creyente: aquella que llega a los niños que se encuentran hospitalizados. Cuando se decretó el estado de alarma por la covid-19, las personas se vieron obligadas a cambiar sus rutinas y empezaron a trabajar desde sus casas. Para algunos fue más difícil adaptarse a la nueva realidad. “Nosotros no podemos teletrabajar, necesitamos a un público con el cual interactuar para poder realizar nuestros trucos”, pensó el mago Iván Santacruz, de 42 años que lleva 22 años haciendo magia para niños. Aunque fue un reto, desde la Fundación Abracadabra buscaron la forma de reinventarse para poder seguir acompañando a los niños ingresados en los hospitales de toda España. Es por esto, que este verano los menores ingresados del Hospital 12 de Octubre en Madrid podrán contar con las risas que les sacan los magos, aunque sea detrás una pantalla.