“Mis ingresos se han visto afectados por el cierre de fronteras, ya no puedo vender mi producción en el mercado”. Esta era la respuesta de un pequeño agricultor de Kenia a la pregunta de cuál había sido el mayor impacto del coronavirus en su hogar, en un estudio de 60 Decibels. Vender es tarea casi imposible, mientras que comprar fertilizantes y semillas se ha vuelto prohibitivo, puesto que los precios no dejan de subir.