“La próxima vez que visites Aponiente es muy probable que accedas a través de la marisma, que la entrada se haya modificado y que todo sea diferente. Sobre una lámina de agua en el centro de aquel estero te encontrarás un restaurante de cristal, un habitáculo flotante a merced de las mareas, extensión de nuestro actual Molino”, me comentó emocionado Ángel León durante la sobremesa después de degustar su gran menú 2020. “Allí mismo, a través de un pantalán los cocineros extraeremos del mar camarones, chocos, algas, robalos, moluscos y crustáceos, mariscos y pescados vivos que cocinaremos al momento. En el estero contiguo te encontrarás con una abacería marina, también flotante, una cabaña dedicada a la cultura de los embutidos del mar donde se podrán comprar nuestras especialidades. Fíjate en ese tercer estero, el de los árboles. ¿Te acuerdas de los bunkers que había en las playas, bloques de hormigón militares? Vamos a construir uno sobre la arena para que nuestros clientes puedan tomar copas mientras disfrutan de la marisma.”